El fenómeno de los niños talibés en Senegal se ha convertido en un gran problema social generando miles de niños que mendigan por la calle. La Fundación Farrah, con la cual colaboramos, lucha para mejorar el destino de cientos de ellos ofreciéndoles una casa para que la sientan como suya. El resultado al que llegamos es una edificación en forma de "u" volcada hacia un gran patio mediante zonas porticadas que generan sombras y crean espacios polivalentes. Se consigue así multiplicar el uso de la superficie y dar cabida a muchos niños. La fachada es un gran mural abstracto de colores vivos pintada por ellos. Toda la decoración del conjunto hace referencias a elementos de su cultura. La idea de pintar el perfil de algunos de ellos en las paredes de la casa, hizo rápidamente que se sintieran parte de la misma.   

500 m2